Una vez finalizada la monografía, y después de hacer su estudio correspondiente, podemos afirmar que era cierto lo que decíamos. Ambos arquitectos, antes de empezar una obra, estudian hasta el último detalle del espacio que va a ser construido. Y en algunos casos, como en el Museo del Arte Romano en Mérida, Moneo intenta que en su proyecto, esté presente lo que en el pasado esas tierras representaron.
Por otro lado, en los documentales de las entradas anteriores, vemos que esto es cierto, y escuchamos literalmente lo que piensan estos arquitectos acerca de sus obras.
Con esto, terminamos la monografía de este cuatrimestre.
Una arquitectura para cada lugar, y para cada momento.