viernes, 9 de diciembre de 2011

Comentario Ornamento

Nura El-Abdellah Hajji                   Grupo 1.11
COMENTARIO CRÍTICO:

En este comentario, analizaremos dos posiciones opuestas de autores como Adolf Loos en  "Ornamento y Delito" y  de Robert Venturi en "Tinglado Decorado", en estos textos exponen y argumentan su opinión sobre la ornamentación en la arquitectura.

Adolf Loos, está en contra del ornamento; según él, para la evolución cultural es necesaria la eliminación del ornamento tanto en edificios, como en vestimenta, objetos, etc. Cada etapa tiene un estilo, ¿por qué intentar copiar estilos anteriores? Cuando lo correcto sería deshacernos de esta carga que supone el ornamento, ya que como él mismo dice " El ornamento es fuerza de trabajo desperdiciada, es retroceso, una pérdida de tiempo y de dinero".
Por el contrario, Robert Venturi en su texto compara dos edificios: la Guild House, y la Crawford Manor. Él está a favor de la ornamentación, critica la arquitectura moderna por utilizar el ornamento expresivo y eludir el ornmaneto simbólico explícito.  La Crawford Manor a primera vista puede parecer heróica y orginal, aunque para él es ordinaria, fea, deshonesta e irrelevante por rechazar  el ornamento denotativo. Venturi piensa que eliminar el ornamento hace aburrido el edificio, la arquitectura se convierte en algo seco, vacío, aburrido. Lo que él busca es que la arquitectura sea simbólica, no expresiva, y el renegar del ornamento lo único que hace es disminuir el simbolismo.
Lo correcto sería buscar un nuevo estilo, olvidarnos de lo anterior e innovar, y si para ello es necesario la eliminación de la ornamentación, que así sea. Es una pérdida de tiempo, dinero, y trabajo el ornamento. Lo racional y acorde en la época en la que vivimos es hacer que el propio material sirva a su vez de decoración; buscar formas, efectos, materiales nuevos... Hay muchas posibilidades de innovar utilizando sólo el propio material sin necesidad de recurrir a la ornamentación. Pues bien, hagamos de esta nueva etapa un estilo, hagamos que lo bello esté en lo simple , sencillo, en lo honesto,  ¿hay algo más honesto que un edificio sin ornamentación? No hay nada que ocultar en él.
Adolf Loos también dice "La falta de ornamentos es un signo de fuerza espiritual", pues bien, ha llegado el momento de ser fuertes y deshacernos de aquello que nos ata al pasado, como claramente es la ornamentación. Una ciudad no tiene porqué ser aburrida y lineal por el hecho de no tener ornamentos, al contrario, se vuelve aburrida cuando lo único que ves durante siglos son el mismo tipo de ornamentos. Venturi defiende que la ornamentación es necesaria porque enriquece la arquitectura, debemos seguir anclados en ese pasado, y seguir imitando ornamentaciones, porque para él así es como debe ser la arquitectura, pero ¿qué sería de la arquitectura si anteriormente no hubiesen sido capaces de evolucionar hasta llegar a etapas como la de la ornamentación? Por eso es el momento de volver a evolucionar, por mucho que se oponga en un principio la población, todo es cuestión de adaptarse.
Encontremos la belleza en lo honesto, lo sencillo; lo esencial se encuentra en el mismo material, no es necesario revestirlo de adornos, y gastar ese tiempo o dinero que se pueden emplear en otras cosas.
Experimentemos la variedad que esta nueva etapa no está ofreciendo.

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